El “Camino de San Juan de la Cruz”, es una ruta de peregrinación que une las poblaciones de Beas de Segura y Caravaca de la Cruz. Un camino esencial para entender la figura del gran místico: una región que sirvió de refugio para fraguar la síntesis de su pensamiento espiritual.
El camino lo forman un grupo de municipios de tres comunidades autónomas diferentes: Andalucía, Castilla-La Mancha y Murcia.
Constituyen un territorio único, históricamente unido por el río Segura, la Sierra y la Orden de Santiago: Beas de Segura, Hornos de Segura, Santiago-Pontones, Nerpio, Moratalla y Caravaca de la Cruz.
Fray Juan de la Cruz llega a Beas en 1578 para asistir a las monjas Carmelitas Descalzas y establecerse como Prior del Monasterio de Ntra. Sra. del Monte Calvario. En esta villa, había fundado Santa Teresa de Jesús tres años antes el primer convento de descalzas de Andalucía. Desde Beas, hará numerosos viajes a Caravaca de la Cruz donde la Santa había establecido otro monasterio. Allí él mismo fundará uno en 1586.
El “Camino de San Juan de la Cruz” recorre montañas, bosques, ríos, aldeas, , pueblos, … Es una oportunidad única para adentrarse en la sierra virgen que atravesó San Juan de la Cruz, caminando por sendas y caminos que le fueron descubriendo las pintorescas poblaciones que salpican la orografía segureña, una de las regiones más bellas de España.
¡Atrévete a conocerlo! ¡Descubre el Camino de San Juan de la Cruz!
Si caminas en esta dirección aquí termina el Término Municipal de Nerpio (Albacete) para seguir hacia El Sabinar.
En este punto, nos desviaremos a la izquierda para continuar dirección el «Alcaboche». El camino zigzagueante entre el bosque de pino carrasco, nos descubre en una de sus reviradas curvas, un regalo para la vista. El visitante podrá contemplar, la Sierra de Villafuerte (1.747m) y el macizo de Revolcadores (2.027m) de la provincia de Murcia, la Sierra de las Cabras (2.087m) en la provincia de Albacete, los altos del Marchena y en la lejanía, el pico del Yelmo (1.809m) en la provincia de Jaén. Llegados al límite del término municipal de Moratalla, comenzamos un ligero descenso de 2 kilómetros y medio, dejando a nuestra derecha la casa forestal de la cima del Toyo, hasta la pintoresca aldea murciana el Rincón del Sastre. A partir de ahora, el camino nos va a adentrar, en uno de los parajes más pintorescos de la zona, el bosque de sabinas que da nombre a nuestro destino, El Sabinar.
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