Recorrer las calles de Nerpio es adentrarse en un viaje al pasado. Aquí, el tiempo se saborea con calma y el aire se respira puro y limpio. Estar alejado de las principales vías de comunicación ha contribuido a que Nerpio sea un lugar que invita al descanso, a la desconexión y a disfrutar de sus excepcionales recursos naturales.

En las pedanías de Nerpio esta sensación se acentúa, permitiendo al visitante recrearse en la soledad y en la paz que transmite la naturaleza. Hoy, vamos a proponerte un recorrido por estos lugares con encanto detenidos en el tiempo.

Pedanías de Nerpio

A Nerpio pertenecen las pedanías de Beg, Los Belmontes, Cañadas, Casa de la Cabeza, Cortijo del Herrero, Los Chorretites, Jutia, Los Morenos, Pedro Andrés, Tobarico y Yetas de Abajo.

En estos lugares la población es muy escasa. Sumergirse en sus calles y dejarse llevar es un paseo enriquecedor para el alma.

Beg es una pequeña localidad con poco más de cien habitantes y ubicada a 23 kilómetros de Nerpio. Desde ella, si te gusta el senderismo, puedes hacer una ruta hasta Yetas y dejarte embriagar por la naturaleza más pura.

Si te acercas hasta las Cañadas de Abajo, puedes hacer otra ruta senderista de gran riqueza natural. En este caso, una ascensión a las Cabras. No es la ruta más habitual para subir a este pico, pero sí lo son sus vistas.

Los Chorretites es una de esas pedanías con historia. Con leyendas que copan sus antiguas y nobles casas. Si tienes la oportunidad, no dejes de perderte en sus senderos.

Hoy, estas pedanías de Nerpio albergan casas rurales y cortijos en los que olvidarse del tiempo. Si te animas a visitarnos, una de las mejores épocas del año para visitar Nerpio es el otoño. Los tonos ocres, marrones y dorados de los nogales se grabarán por siempre en tu retina. También en invierno, con las primeras nieves, Nerpio adquiere una belleza especial. Sólo tienes que venir y comprobarlo tú mismo.